La última edición de "Gran Hermano", el popular reality conducido por Santiago de Moro en Telefe, dejó una marca indeleble en los televidentes, como se reflejó en los impresionantes registros de audiencia que rompieron récords. El éxito del programa llevó a que sus participantes obtuvieran fama de manera inmediata.

Uno de los concursantes más polémicos de este reality de Telefe fue Tomás Holder, quien gracias a su popularidad adquirida en "Gran Hermano", se convirtió en uno de los primeros confirmados para el nuevo ciclo de Marcelo Tinelli, "Bailando 2023", que se emitirá por América TV. Sin embargo, en una reciente entrevista, Tomás generó preocupación entre sus seguidores al revelar algunos aspectos complicados de su vida.

Durante la charla en el programa "Duquesas" de Luzu TV, el influencer habló sobre sus problemas con las drogas. "Tengo un grupo de amigos muy saludables que me han ayudado mucho a superar todo eso, a dejar los excesos y la ansiedad. Fue realmente difícil para mí, pero ahora llevo casi 5 meses sin consumir nada", comentó Tomás, quien antes trabajaba en el canal de Martínez.

El punto más bajo para Tomás ocurrió el 10 de febrero, cuando asistió al concierto de Eric Prydz, un DJ internacional. Después de tomar algunas pastillas, su estado de salud empeoró y tuvo que ser llevado a recibir atención médica. "Cuando me atendieron, me dijeron que había tenido un preinfarto. Me dijeron que lo que me sucedió fue muy grave y que si no hubiera tenido a alguien que me ayudara cuando me desmayé, podría haber muerto, porque mi corazón seguía latiendo. Me preguntaron quién me había ayudado, me volví y le dije que él. Pero cuando me giré para señalarlo, no había nadie", reveló Tomás Holder.

Fue en ese momento cuando Tomás comprendió que había recibido una segunda oportunidad y que la persona que había visto era un ángel enviado a su rescate. Este episodio marcó un punto de inflexión en su vida y lo impulsó a luchar contra sus adicciones y buscar una nueva dirección.

La experiencia en "Gran Hermano" catapultó a Tomás Holder a la fama, pero también lo llevó a enfrentar desafíos personales y a reflexionar sobre las decisiones que había tomado. Su historia es un recordatorio de que la fama y el éxito no siempre son sinónimo de felicidad y estabilidad, y que cada individuo lucha con sus propios demonios internos.

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